
Cuando se trata de manejar clientes hay ciertas características necesarias para atender sus solicitudes fuera de contexto, peticiones extra, observaciones sin sentido y así muchas cosas más.
La paciencia y la diplomacia son dos de estas características. En muchos casos hay que actuar en contra de los impulsos que nos incitan a, por ejemplo, levantar la voz y decirle unas cuantas cosas que a pesar de ser ciertas no de pueden mencionar.
Si bien hay que reconocer que hay muy buenos clientes, también hay de los que ni siquiera saben que es lo que quieren y esto no es malo, lo malo es que no se dejan guiar.
Este tipo de clientes insoportables utiliza frases de muy mal gusto como "no me gusta" y cuando se le pregunta ¿cómo le gustaría? su respuesta simplemente es "no sé".
Muchos pensarán que estoy exagerando, pero cuando se está del lado del proveedor lo menos que se espera es que la persona encargada de validar y aprobar el trabajo que su entidad contrató, sea propositiva y abierta para juntos construir la solución a la necesidad presentada.
Lo peor de todo es que te pueden estar tirando tu trabajo a la basura, pidiéndote que lo hagas de nuevo y uno debe mantener su sonrisa como un idiota.
A mi como emprendedor se me llena la boca diciendo que no tengo jefe y resulta que tengo el peor...
En fin espero que quienes lean esto reflexionen un poco a la hora de asumir el rol de cliente.
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