domingo, enero 11, 2009

La chica de al lado

Bueno realmente vivía en el apartamento que quedaba justo debajo del mio, el 304. Yo tendría unos 18 años, en esa época me llamaban mucho la atención las niñas descomplicadas y medio hippies. Esta niña era una flaca, blanca, sus ojos eran verdes, su cabello era rizado y castaño claro, un tatuaje en la espalda muy interesante, vestía con blusas ajustadas (generalmente blancas), jeans y tenis (generalmente converse creo). Me gustaba, de vez en cuando la veía cuando iba de salida para la universidad.

Durante un tiempo la vi con un man, el novio supongo, así que nada solo la veía y a veces medio saludaba (la típica levantada de ceja), de un momento a otro no volví a ver al "novio", así que ahí comenzó el asunto.

Comencé a encontrármela con más frecuencia. En las tardes normalmente ella sacaba su perrito a dar una vuelta por la zona de juegos del conjunto residencial en el que vivíamos. Por fin una de esas tardes decidí hablar con ella y digo "por fin" porque la verdad es que soy bastante tímido.

Esa tarde, la vi en caminando por el parqueadero, me acerqué y...

Le dije "Hola"
"Hola" respondió
"Me llamo Antonio, ¿y vos?"
"Jhuliana" (se pronuncia yuliana)
"y... ¿vos que hacés?" pregunté
"Estudio Ecología en univalle, ¿y vos?"
"Ingeniería de Sistemas"

La conversación fluyó y hasta el número de teléfono de la casa me dió, yo estaba muy contento, quedamos en que hablábamos para ir a tomar algo :)

La semana siguiente, sonó el citófono y era el portero para informarnos que en el apartamento 304 había una gotera en el baño, que por favor revisáramos si había algún daño en nuestro baño. Efectivamente nuestro baño tenía un daño. Bajé para ver cuán grave y urgente era el problema, toqué el timbre y salió Jhuliana, nos saludamos y le dije "yo vivo en el 404, vine a ver el daño que hay en el baño", me miró con cara de asombro, al principio me pareció extraña su reacción y de pronto vino a mi mente lo siguiente:

Como un mes antes, Juancho, uno de mis compañeros de apartamento llegó borracho a eso de las 4am, no sabemos como encontró el bloque, subió las escaleras (no había ascensor) e intentó abrir con sus llaves, al no poder hacerlo, timbró, tocó la puerta y tras desistir se tiró al suelo, se vomitó y se quedó dormido. ¿Cuál fue el problema? resulta que en medio de su borrachera no subió 4 pisos sino 3, estaba en el apartamento 304, el de Jhuliana. A raíz de ese incidente casi nos echan y la mamá de Jhuliana no nos quería ni poquito, de hecho ni el hermano, ni ella.

En conclusión, hasta ahí llegué (apenas lógico), perdí el año gracias a las aventuras de Juancho. Ni modo, no quedó sino el recuerdo de la vecina de abajo.

*Algunos nombres fueron cambiados para proteger la identidad de los involucrados.

4 comentarios:

Susana dijo...

tu amigo acabo toda posibilidad... jeejeje...

Anónimo dijo...

Jajajaja muy bueno.
Ojo que la chica de la lado era Geraldine ;)

Anónimo dijo...

Pensé que nos contarías algo más íntimo pero igual fue divertido leerte.

¡Un abrazo renovador de energías cósmicas y mi mejores deseos para ti, en este 2009!

Anónimo dijo...

jajajajaja, Sorry parcero, fue una epoca muy salvaje de mi vida.

te falto contar que despues nos la encontramos en una fiesta que yo prepare para mi grupo de psicologia, y que ella y la mama tenian un puesto de algo de comer en el mismo sitio, eso fue el colmo de las casualidades.

Pobres vecinas no tuvieron suerte conmigo por que lo peor es que el baño malo era el mio, jajajaja.