La mayoría de todas las estrategias comerciales de estas fechas, se orientan a amor de novios, amantes, de los que están bien y hasta el pre-amorcito (del man que le está cayendo a la vieja o viceversa). Pero en ésta ocasión y a riesgo de que me escupan, voy a hablar de otro tipo de amor.
Yo no vivo en Palmira y un año atrás tomé la decisión de alejarme de mi familia y empezar a vivir sola. Me fui para Bogotá y allá he experimentado muchos sentimientos: tristeza, nostalgia, soledad, fortaleza, esperanza, desesperanza, entre otros.
Llegué a visitar a mi mamá la semana pasada y a pasar las vacaciones correspondientes al año laborado, pero confieso que días antes de venir, no me sentía tan emocionada como yo creía debía estar por “volver al hogar”.
Ayer tuve una experiencia un poco chocante y que movió muchas fibras. Estuve en medio de un sueño en el cual yo me sentí como se sentiría alguien que perdió la memoria y está recuperándola. Sentí que el lugar en el que estaba me era conocido y que de alguna manera sabía qué tenía que hacer, pero eso llegaba en el momento, es como si me estuviera moviendo por recuerdos. Era como si yo supiera que existía una yo antes y la que estaba ahí era la yo después de algo. En el momento pensé que era un accidente, que era algo que me había pasado y que por eso perdí la memoria. Ahora sé que ese “accidente” fue simplemente la decisión de irme.
En el momento las cosas y los lugares me eran desconocidos, pero por alguna razón al mismo tiempo me eran familares. Yo me veía al espejo y no me reconocía…esa que estaba viendo, no correspondía a la imagen que yo tenía en mi cabeza de mí. Empecé a recordar muchas cosas y le decía a la persona con la que estaba: “yo no vivo aquí cierto? yo no tengo ni idea quien soy y qué estoy haciendo aquí. Quién es Santiago?”, “yo vivo lejos, yo me fui y dejé a mi familia”, en este momento, empecé a recordar…
Vi a mi mamá y a mi tía como nunca las había visto. Vi a mi mamá con la tristeza a cuestas, vi su cara llena de lágrimas pagando los platos rotos de una decisión que fue solamente mía y dejó al descubierto el egoísmo con el que había actuado. Vi a mi mamá sola como siempre, vi a mi tía riéndose pero enferma, vi a las dos tratando de hacer cosas para no dejarse hundir en la soledad en las que yo las había dejado. Me sentí decepcionada…era como si estuviera recordando quién era y me dolió ver eso en lo que me había convertido y lo que había hecho.
En ese momento me di cuenta de cuánto las amaba. Rompí en llanto y por primera vez me cuestioné lo que estaba haciendo. Siempre me escudé en que me iba lejos para ser “independiente”, para salir adelante, crecer profesionalmente, ganar plata y poder retribuirles lo que han hecho por mí toda la vida, pero estaba completamente equivocada. Siempre hablan que el amor no se compra con plata y siempre lo había visto por el lado de pareja, pero ahora caigo en cuenta que uno no puede reemplazar lo que es un hijo para una madre, el tiempo que pasan juntos, el placer de servir y literalmente, dar la vida por él, por billetes o viajes.
Me desperté y sentí una tristeza diferente, sentí como se me arrugaba el corazón. Sentí amar a este par de señoras como nunca lo había sentido y la única reflexión que pude tener fue que no voy a volver a pelear, voy a valorar todo el tiempo que esté con ellas, voy a entender que están en momento diferente al mío y que a veces las cosas que dicen, así me saquen de quicio o me molesten, es su forma de expresarse. En este momento no puedo volver, y siendo sincera, no quiero, pero esta experiencia que fue real pero no, me demostró que las extraño y que en ocasiones se me pasa decir “te amo” a esas señoras que han sacrificado toda su vida por mí, que me fui buscando una independencia cula, y que en ninguna parte voy a encontrar ese amor tan profundo y que está ahí en frente, pero no lo veía, precisamente porque siempre ha estado ahí.
El amor es una forma de vida que se escoge por una decisión consciente, y está en todos los aspectos de la vida, pero muchas veces limitamos el término y lo aplicamos al aspecto más…común del amor, que es el de pareja. Hay viejitos atrás de nosotros que han sacrificado mucho por hacer de nosotros lo que somos y a veces vamos dejando para mañana la llamada, la sentada a ver televisión, el helado, las flores, las conversaciones y las cenas…pero si es de aprovechar la coyuntura, no deje pasar el mes e invite a su mamá a comer. Por esta fecha, siempre nos preocupamos y centramos más la vista en el/la novi@ que en el resto de personas y pues…no está del todo bien.
**************************************************@aescallon: Este es el sexto post de la serie de publicaciones dedicadas a mi blog que ya tiene varios años y no le he celebrado ninguno.
Esta entrada fue escrita por Luisa para el especial de Amor y Amistad. Luisa es una buena amiga que está estrenando blog así que l@s invito a leerla http://liriosdecolores.blogspot.com/