Anoche hablando con algunos amigos, entre ellos el que se casa el próximo sábado (ya les contaré al respecto), llegamos al tema de las cosas que puede hacer un hombre enamorado.
Esta es la historia de una despedida. Le pasó a Alejo que es amigo de un amigo y probablemente no debería ser contada...
En noviembre de ese año Alejo y Ana estaban enamorados, en diciembre las cosas cambiaron y por alguna razón desconocida las cosas ya no eran iguales, en enero trataron de revivir el amor y la pasión, en febrero terminaron.
Alejo aceptó tomarse el tiempo pero se siguieron llamando. Así se la pasaron todo el mes de marzo.
Llegó abril y en ese mes el cumpleaños de Ana. Finalmente Alejo entendió que debía cerrar el capítulo y seguir adelante.
Alejo llamó a Ana una semana antes de su cumpleaños y le pidió que se vieran esa semana porque sabía que el fin de semana seguramente estaría ocupada celebrando su cumpleaños con su nuevo "amigo". Ana aceptó la cita para el día miércoles.
Alejo la llamó el miércoles a eso de las 5 pm para confirmar y le dijo que pasaría por ella a las 7 pm. Llegó la hora y Alejo llegó a la casa de Ana, salieron y ella preguntó ¿para dónde vamos?, es una sorpresa contestó Alejo. Llegaron a un restaurante donde alguna vez habían celebrado un aniversario, entraron y Ana notó que había un camino marcado con pétalos de rosas rojas, sigue el camino le dijo Alejo, ella lo miró y preguntó ¿cómo así?, sigue el camino le repitió. Finalmente lo siguió y llegaron a una mesa que tenía 2 copas de vino y la luz era proporcionada por un par de candelabros. Alejo había ido más temprano a arreglar todo.
Se sentaron y ordenaron la cena. Feliz cumpleaños dijo Alejo, en ese momento se miraron a los ojos y a continuación un silencio incómodo.
Después de comer comenzó el "discurso" de Alejo:
- Primero quiero desearte un feliz cumpleaños y segundo, quiero que leas esto:
"No, no es necesario que lo entienda,
por que nunca le ha servido la razón
al corazón, el corazón no piensa…
No mi vida, ¿para qué te esfuerzas?
no me tienes que explicar,
siempre amaré tu libertad, por mucho que eso duela
Y sí, entiendo que quieres hablar,
que a veces necesitas saber de mi
pero no sé si quiera saber de ti,
y vivir así, seguir así… pensando en ti
Suelta mi mano ya por favor
entiende que me tengo que ir,
si ya no sientes más este amor
no tengo nada más que decir.
No digas nada ya por favor,
te entiendo, pero entiéndeme a mi.
Cada palabra aumenta el dolor
y una lágrima quiere salir
Y por favor no me detengas,
siempre encuentro la manera de seguir
y de vivir aunque ahora no lo tenga.
Y no mi vida, no vale la pena
para que quieres llamar
si el que era yo, ya no voy a estar
esta es la última cena…" -
Mientras la leía, una lágrima rodó por la mejilla de Ana. Terminó de leer la nota y dijo -este amor me quedó grande-.
Alejo tenía ganas de llorar pero aguantó. Decidieron que era hora de irse así que Alejo acompañó a Ana a su casa y al dejarla en la puerta le dijo - este es el último abrazo - y se fue.
Esa fue la última vez que Ana y Alejo se encontraron. Ana inició una nueva relación y Alejo por fin pudo seguir adelante sin el fantasma de su relación con Ana.